domingo, 30 de agosto de 2009

Celos

Jeronimo bajaba por la calle con una mano en el bolsillo y con la otra llevaba el ramo de rosas blancas. Su mirada arrojaba chispas y sobre su cabeza sobrevolaba una tormenta. Se detuvo en seco y luego con renovada furia se dirigio hacia él.
- ¿Qué hacés acá? - le pregunta enojado - ¿Acaso pretendías visitarla?- escupió observando el ramo de rosas blancas que llevaba
-¿Y qué pretendías hacer? - le respondió burlonamente Sebastian.
-¿Por qué? ¿Por qué no te alejás de ella? - Jerónimo se contenía para no golperlo.
-¿Por qué me prenguntas? Pues porque eso fue lo que le pediste - Sebastián lo miraba fijo. Él tambien estaba furioso-.
- Eso no es cierto - exclamó Jerónimo - Yo sentía que ella era la correcta. Sé que no controlo bien mi vicio pero por ella me esforcé para no lastimarla ¡Realmente la quiero, no tenés por que existir! -
-Pero existo, y gracias a vos. Vos la dejaste sola tanto tiempo y yo fui la única salida para mantener su relación. -
- ¡Mentira! Ahora sé que no me interesa ninguna otra y que vos ya no sos necesario. ¡Andate!
Sebastián comenzó a reírse - ¿Me decís que no soy necesario? Yo estaba antes con ella. Solamente yo la hago feliz y además ¿me decís que me vaya? Ella te dejaba a tí por estar conmigo. Entonces ¿quién debería irse realmente? Touchez! -
- ¡Vos decís eso para demostrarme que no valgo nada pero me doy cuenta de que estás asustado porque ella no me rechaza, estás asustado de que termine queriéndome! -
Jerónimo estaba en blanco y no midió las consecuencias, quería desaparecer a ése hombre que estaba arruinando su felicidad. Ambos estaban locos de furia y celos. Sacaron los revólveres que guardaban en sus bolsillos y ¡bang!. Ambos cayeron al suelo. las rosas blancas poco a poco se volvían flores carmesí.

Era de noche. La policía custodiaba la zona mientras los forenses trasladaban el cuerpo de Jerónimo. Una chica lloraba silenciosamente mientras respondía las preguntas del oficial. El psicólogo anotaba tambien.
- Entonces, usted afirma que no sospechaba que fuera a cometer acto de suicidio ¿verdad?
-No... - la chica tartamudeaba un poco debido al llanto prolongado - ... no entiendo cómo llego a esto. Todo había empezado como un juego -
- Los vecinos afirman haber escuchado que discutía por celos pero estaba solo cuando se asomaron. Por eso no había llamdo a la policía antes - el policía hablaba sin medir sus palabras.
- Jerónimo siempre fue muy infiel, decía que no podía evitarlo: le encantaba conquistar mujeres de otros. - Camila contenía el profundo llanto que pugnaba por salir - Pero no quería lastimarme... Buscamos una solución y decidimos fingir que yo estaba de novia y que él era mi amante pero... empezó a creérselo y .... - Ella cayó de rodillas llorando ruidosamente.
El oficial se alejó y se le acercó un periodista recién llegado
- ¿Podría decirme el nombre del cuerpo? Es para la edición de mañana a la mañana - preguntó cortésmente.
- Jerónimo Sebastián Güemes - respondió dolorosamente.

lunes, 17 de agosto de 2009

Miserrimo

Respiro

Compruebo mi ritmo cardiaco
La verdad es abrumadora
Tan sólo por un momento
Me converti en arena del desierto

Me desvanezco

En el aire soy agua
Una pequeña gota
Donde miles de arco iris
Se unen en un rayo blanco

Me compongo

Tan solo por un momento
fui ese rayo de luz blanca
Y acaricie cada pequeña existencia
que estaba dependiendo o viviendo cerca de mí.

Comprendo

Realmente la vida es bella
y todo mi alrededor es prueba de ello.